Pedimos a los usuarios de ROMEO que compartieran sus primeros momentos al darse cuenta de que eran gays (o bi, trans, queer…). ¡Las historias son tan diversas como nuestra comunidad! Desde los que lo supieron muy jovenes hasta los que lo descubrieron más tarde en la vida, a veces después de tener mujer e hijos. Algunos lo dicen abiertamente, mientras que otros siguen viviendo en el armario. 🌈
Un gran paso hacia la autoaceptación es escuchar historias de la vida real y darse cuenta de que no estamos solos en nuestros viajes. Puede ser duro (y a veces difícil), pero confía en nosotros: mejora. Esperamos que estas historias te inspiren, o incluso te animen a compartir la tuya con otras personas de tu entorno.
Esta primera serie presenta historias de usuarios que supieron que eran «diferentes» a la edad de 6 años. Sigue leyendo…
Historia de un ROMEO cubano de 56 años
Sospechaba que era gay de adolescente, aunque tenía novias, a menudo me sorprendía mirando a los hombres pero lo desechaba como una curiosidad. A los 19 años, fui al cumpleaños de un amigo con mi novia. Ella bebió demasiado, así que nos quedamos a dormir. A ella la pusieron en una habitación y yo compartí cama con un joven. Me desperté con él abrazándome, con la cabeza en mi pecho. En un momento dado, abrió los ojos y me besó. Yo le devolví el beso. Al principio, me resistí a aceptarlo, pero ese momento me ayudó a abrazar mi verdadero yo. Aquel día, liberé mi alma.
Relato de un usuario anónimo
Desde la infancia, me sentía atraído por personas de todos los sexos, enamorándome tanto de chicos como de chicas sin pensar mucho en las etiquetas. Eso cambió en la escuela secundaria y en la escuela religiosa islámica, cuando oí por primera vez «gay» como insulto. Me di cuenta de que mis sentimientos románticos hacia mi propio género se veían como algo vergonzoso. Desde ese momento, supe que era diferente y decidí ocultar mi sexualidad al mundo.
Historia de un usuario francés de 60 años
Cuando tenía 16 años, conocí a un chico durante las vacaciones. Cuando volvió a casa, me di cuenta de que estaba enamorado de él, pero ya era demasiado tarde. A los 18, me di mi primer beso con un hombre durante un viaje a Alemania. Es mi recuerdo favorito, compartido con un chico maravilloso de la encantadora ciudad de Schwalenberg. Nunca le olvidaré.
Historia de un francés anónimo
Cuando tenía seis años, asistí a la boda de mi primo. Después de la comida, jugamos a un divertido juego de boda. Todo el mundo formaba un círculo, y se elegía a una persona al azar para que sostuviera un pequeño pañuelo. Esa persona elegía a alguien del círculo para darle dos besos, pasando el pañuelo al siguiente participante elegido.
Cuando me tocó a mí, en vez de elegir a una chica, como todos esperaban, me atreví a elegir al novio, que debía de parecerme encantador. La gente sonrió ante mi elección, encontrándola a la vez simpática y atrevida para la época.
Aquella noche me di cuenta de que era gay. De adolescente, mi lugar favorito para «jugar» y besar a los chicos era la pista de baile de un popular club gay de Toulouse.
Relato de un usuario francés de 40 años
Al principio no pensaba que fuera gay, pero sentía curiosidad por explorar la idea. Me llamó la atención una columna queer en el periódico local. Era tan entretenida como sugerente, y despertó mi curiosidad por la comunidad LGBTQ+.
En la universidad, vivía en una gran casa dcon mucha gente, y uno de mis compañeros de piso era gay. Trabajaba en el bar gay del barrio, y una noche me armé de valor para visitarle allí. Mientras charlábamos, le conté mi reciente ruptura con una novia.
Me presentó a alguien y enseguida nos gustamos. Aquella noche hablamos y compartimos un momento de conexión, y empecé a comprenderme de una forma nueva. Fue un momento importante en mi viaje de autodescubrimiento.
Relato de un usuario de 63 años de Alemania
Mirando hacia atrás, me doy cuenta de que era gay incluso de niño, aunque entonces no lo comprendía. Hacia los 8 o 9 años, me fascinaban los hombres que llevaban jeans ajustados y botas, y los que mostraban masculinidad.
A los 15, salía con chicas pero nunca me sentí realmente realizado. Como crecí en una ciudad pequeña, creía que no había otros hombres gays a mi alrededor. Encontré cierta comprensión de mis sentimientos a través de la película alemana Die Konsequenz, que me ayudó a entender mis sentimientos.
Mi primera experiencia explorando mi identidad ocurrió durante mi estancia en el ejército. Más tarde, con casi 20 años, me trasladé a Munich para ir a la universidad y me uní a un grupo de salida del armario. Fue una experiencia transformadora que me ayudó a aceptar quién soy realmente.
ROMEO está aquí para ti
No importa en qué punto de tu viaje te encuentres, recuerda que descubrir y abrazar quién eres realmente es un proceso hermoso. ROMEO está aquí para ponerte en contacto con personas de todo el mundo que comparten tus experiencias y pueden ofrecerte apoyo, amistad y amor. Sigue brillando, porque el mundo es mejor contigo en él. 🌟