¿Has tenido alguna vez un encuentro tan excitante que has pensado: “Joder, esto es mejor que el porno”? Pues bien, algunos de nuestros ROMEOS han experimentado exactamente eso y están más que dispuestos a compartir sus excitantes historias. Las historias de hoy han tenido lugar en todo tipo de vehículos: en los asientos delanteros (o traseros) de los coches, en autobuses vacíos o abarrotados, e incluso en taxis.
Deja volar tu imaginación: te presentamos la primera edición de nuestra serie Hookup Confessions: “En el coche”
Taxi, Taxi!
Inviata da moulin_rouge
Una noche inolvidable, bien pasada la medianoche, salí de una despedida de soltero. Subí a un taxi conducido por un joven de unos 25 años. Tenía la piel clara, los ojos claros y la cabeza rapada. Me dijo amablemente: “Ponte cómodo… el trayecto dura aproximadamente una hora”.
A medida que caminábamos por la ciudad, nuestras miradas se hacían más cómplices. En un momento dado, incapaz de resistirme a mi curiosidad, le pregunté: “¿Tienes algo en mente?”. Su inesperada respuesta me cogió por sorpresa. Dijo: “Eres realmente interesante, si me permites decirlo.
El taxi paró cerca de un puente oscuro y en ese momento todo cambió. Empezó con un beso y acabó conmigo entre sus piernas. ¡La mejor mamada de mi vida!
A plena vista
Enviado por una usuaria anónima
Ocurrió en 2019, cuando estaba… bastante “desinhibida”. Eran alrededor de las 2 de la mañana y me dirigía a casa en transporte público. Había estado de copas en una fiesta con unos amigos de Internet, así que me sentía bastante achispada.
Había un chico sentado a mi lado que empezó a hacerme señales tocándome la rodilla. Al principio no entendí muy bien qué intentaba hacer porque era la primera vez que alguien mostraba ese tipo de interés. Intenté ignorarlo, pero entonces empezó a frotarme el muslo. Esto me cogió por sorpresa y al principio me sentí incómoda. Pero, por alguna razón, decidí seguir la corriente. Nos masturbamos mutuamente a pesar de que el autobús estaba lleno y estábamos sentados junto a otras personas. También tuve la tentación de chupársela, pero no pasó…
El autobús de la diversión
Enviado por un usuario anónimo
Tuve una experiencia loca en la terminal más grande de Lisboa, la Terminal Oriente. La cosa fue así. Estaba sentado con un amigo tomando un café cuando decidí abrir la aplicación. Inmediatamente recibí un mensaje de una persona que decía ser conductor de autobús. Charlamos un rato y entonces me hizo una propuesta muy interesante. Me lo pensé un momento y, sin perder tiempo, le dije que sí.
Me levanté inmediatamente y le conté a mi amigo lo que iba a hacer. Se rió y no me creyó. Dejando atrás el bar, me dirigí hacia el andén donde estaba aparcado el autobús en cuestión. Había un pasajero esperando ante la puerta cerrada del autobús. La puerta se abrió y salté dentro antes de que se cerrara tras de mí. Ya estaba desnudo y “listo”. Y, bueno, las cosas se pusieron muy intensas entre nosotros, pues al poco rato ya estábamos practicando sexo. ¿Te lo puedes creer? ¡El pasajero que esperaba fuera incluso llamó a la puerta! Un subidón de adrenalina mezclado con puro placer.
Cuando terminé, me bajé del autobús y ni siquiera miré atrás. Fue uno de esos momentos locos que siempre recordaré.
¿Me lo llenas?
Enviado por un usuario anónimo
Nunca olvidaré ese día. Fue el día más emocionante de mi vida. Hacía un calor abrasador en agosto y tuve que parar en una estación de servicio para repostar. Paré, apagué el motor y esperé a que alguien me ayudara, pero no había nadie. Era como una ciudad fantasma.
Tras esperar unos cinco minutos, un joven de unos 35 años salió de un cobertizo. Llevaba un mono sin camisa y pude ver que ni siquiera llevaba ropa interior. Se acercó a la ventanilla de mi coche y apoyó su bulto en mi brazo. Luego me preguntó: “¿Has venido sólo por la gasolina?”.
¿Cuál es tu historia picante?
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